Marina

Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 29 de diciembre de 2023

El vuelo de la gaviota

Te pedí que volvieras allí conmigo con el cierzo, pero el temporal hizo que tuviera que resguardarme entre las rocas de  una playa de la cercana Costa Brava y, cuando amainó el viento y pude emprender el camino llegué tarde. Al llegar pude verte,, remontabas el levante cálido y húmedo de la Costa de la Luz y vi como desaparecías siguiendo la dirección del viento. No conseguí alcanzarte para darte alguna explicación. 

La calma era absoluta y me derrumbé en la orilla sin despojarme del frío. Pronto llegaría el invierno.

jueves, 21 de diciembre de 2023

Confinamiento


La declaración del estado de alarma me dio mucha paz. Sin coches, niños ni pandillas, la tranquilidad estaba asegurada. Solo el teléfono, la vibración del correo, los avisos de facebook, y el Menuet, el Classic Bell y el Sex de mis grupos de whatsapp,  me impidieron descansar. Era más fácil callar a la ciudad.

viernes, 15 de diciembre de 2023

Miedo


Llamó una y otra vez. No esperaba a nadie pero, como era habitual, día tras día, ahí estaba, tocando el timbre con una insistencia insultante. Hacía años ya que me había encerrado en mi casa en un deseo patológico de soledad. Volví a oír la llamada. No respondí ni pregunté, me quedé sentado en el sillón esperando que se fuera, pero ahí sigue. No estoy dispuesto a responder, al fin y al cabo, solo es mi yo quien me requiere.

sábado, 2 de diciembre de 2023

Resentimiento


Hacia más de treinta años de la discusión que hizo que mi hija abandonara la casa. Desde entonces, cada día, le preparaba el desayuno junto al mío, pero siempre terminaba en la basura.
    Una mañana, sin esperarlo, volvió, pero no quería desayunar. Solo me pidió un beso que yo, orgulloso, le negué.
    Desde entonces, cada día, le preparo el desayuno junto al mío, pero siempre termina en la basura.

viernes, 1 de diciembre de 2023

sábado, 18 de noviembre de 2023

Por primera vez


Quise participar en un concurso por primera vez. Las bases decían que el texto tenía que terminar con la frase «por primera vez». Pensé contar mi primera vez, pero todavía no había vivido esa primera vez, así que, con quince años, salí para vivir contigo mi primera vez… por primera vez.  

viernes, 17 de noviembre de 2023

Sobremesa


En aquel lugar donde habitaban sus recuerdos abrió un desagüe para que el fluir del día se llevara los malos momentos, los miedos y los fracasos, para poder abrirles a sus nietos la ventana de las batallitas, con la peonza, las canicas, las carreras en bicicleta, su pandilla y los primeros devaneos con la abuela.

Hoy, esa ventana es la que da más luz y permite que el desagüe poco a poco se vaya secando.

domingo, 5 de noviembre de 2023

Coherencia


Hay frases que jamás deben ser pronunciadas, como soy un mierda, pensaba luchando por mantenerse adherido a la nívea, brillante y resbaladiza pendiente, sobre la cual resbalaba lenta e inexorablemente; hasta que el trueno y el subsiguiente aguacero de dos litros por minuto, desencadenado por la amenazante cisterna, lo arrastraron al fondo de la profunda sima. 

jueves, 2 de noviembre de 2023

Visión de futuro


Don Nicomedes Ortiz Lasarte —Nico—, era el alcalde, cronista, boticario, tendero, camarero, cura y padre o tío de su hijo o sobrino, Nicanor —Nica—, en un pequeño pueblo aragonés. No había más habitantes, pero el trío, porque en realidad eran tres, se entendía muy bien. El tercero en discordia era Nicolás —Colás—, el fiel gato, encargado de la limpieza y depuración de ratones y cucarachas. Nico mandaba, Nica obedecía y Colás correteaba insectos y roedores, y así eran felices. Un día Colás desapareció, Nica se fue en busca de nuevos horizontes, y el alcalde, cronista, boticario, tendero, cura y padre o tío perdió a sus ciudadanos, lectores, pacientes, clientes, comensales, fieles e hijo o sobrino. La desolación fue tremenda y don Nicomedes redactó, con la clara intención de conseguir la pervivencia del pueblo, su última orden: «Con fecha de hoy, yo, Nicomedes Ortiz Lasarte, dimito de todos mis cargos, y cedo la totalidad de los terrenos urbanizables de la localidad a la Constructora Nica Nueva Vida, propiedad de don Nicanor Ortiz».

jueves, 26 de octubre de 2023

El más allá


La escalera que subía el cielo se había quedado corta. Me aseguraron que era suficiente con los pocos peldaños que tenía, pero cuando la vi asentada sobre un muro infinitamente más alto, me desengañé. No obstante, que para eso me había acicalado con mis mejores galas —sombrero, traje príncipe de gales y abrigo de paño gris a juego con el cielo mortecino de aquella mañana—, me decidí a subir; y aquí estoy, asomado a la interminable pared que separa la ciudad de la nada, y que se extiende desde mis ojos hasta el infinito.

jueves, 19 de octubre de 2023

El pescador pescado


Dejó su platillo volante en un aparcamiento cercano y se sentó junto a mí en su sillita de playa. Me llamó la atención su color verde aceituna, pero al decirme que era de Marte lo entendí. Me contó que había venido a la Tierra a pescar porque en su planeta no hay agua. Sacó la caña y los aparejos y puso el cebo en el anzuelo. La carnada era tan apetitosa y estaba moldeada de tal forma que los peces no se podían resistir. Yo me quedé mirando para internar copiarla, pero finalmente sucumbí a la tentación y piqué.

La nave se elevó y desde entonces dos sillas vacías envejecen en la orilla del río.

viernes, 13 de octubre de 2023

Remembranza

—Ya estoy en casa —gritó imbuida en un pasado que se recreaba en los muebles y objetos que la acompañaron desde su infancia y que la han abandonado al cumplir sus neuronas la misión de vivir, arrastrándola a un presente sin ayer ni mañana. 

Esas son las únicas palabras que siempre estarán presentes en su memoria y que no es capaz de pronunciar a pesar del esfuerzo, que solo la lleva a un balbuceo ininteligible.

—Ya estoy en casa— dijo en un único momento de lucidez que, no obstante, la devolvió transitoriamente a una realidad en la que pudo ver que esa no era ella. 

jueves, 5 de octubre de 2023

La rebusca


Cuando el amanecer se derramaba por las plateadas lomas de Úbeda, tras una granizada que la noche anterior tiró a una joven aceituna —un minúsculo brote en el centenario olivo— a las tierras inhóspitas de secano, unas manos negras, desesperadas y sucias de miseria, la recogieron y echaron en el capacho para acarrearla con la rapidez propia de quien no puede esperar.

Entre hojas y ramas y otros frutos, humilde y dolida, veía pasar los días sumida en la angustia de su cercano final en un umbrío almacén. Fue entonces cuando, por fin, notó que la transportaban a la almazara para su molturación, y sintió orgullosa que su corta vida, su espera y su sacrificio no serían inútiles.

 

o. 

viernes, 29 de septiembre de 2023

Transacción


Por la mirilla vi a un vendedor que me traía un gran paquete etiquetado como frágil. Abrí con curiosidad y, sin mirarme, me dijo apesadumbrado: «Es mi futuro, se lo vendo por treinta euros». Yo acepté, más por cortesía que por interés real, y lo dejé abandonado en el suelo del salón. A la mañana siguiente la caja estaba abierta y su mañana ya se había adueñado del mío. No me importó, había conseguido una vida solvente y sin preocupaciones, hasta que un día noté como me consumía agotado. Debía haber mirado la fecha de caducidad.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Metamorfosis


Habían pasado años desde que abandonó su viaje pasajero por la niñez y la adolescencia y ese día de su cumpleaños, frente al espejo se limpiaba la nariz de la estimulante nieve blanca mientras jugaba con su navaja. La lengua amarga y seca, el cenicero humeante y una botella de güisqui vacía lo catapultaron a la realidad de amanecer. En el angosto apartamento en que había dormido, sobre la mesa, un maletín lleno de billetes y papelinas. Detrás, bajo la pared tapizada de fotos de niñas desnudas, la cama deshecha y sucia y un papel con el teléfono garabateado de un prostíbulo. 

Cuando el cansancio le permitió saborear la mañana y rememorar un tiempo en que fue feliz, observó con pavor cómo la esperanzadora crisálida se había convertido en humano. 

jueves, 14 de septiembre de 2023

Las cosas del querer


Lo sé, en realidad, esto no tiene ninguna lógica ─le decía a mis padres y hermanos, que me escuchaban incrédulos, sin saber si reír, cambiar de tema o tacharme de loco─, ¿Quién os iba a decir que me iba a terminar enamorando de una muñeca?

Les explicaba que solo quería estar con ella, que no le hacía daño a nadie: «Pensadlo sin prejuicios y haced un esfuerzo por comprenderme, es hermosa, grácil y siempre está aquí, junto a mí, con ese tacto tan suave, su blusa rosa brillante y esa tierna sonrisa. Os parecerá ilógico, pero ha ocurrido, estoy colado por ella». 

Ellos me escuchaban con respeto y paciencia porque me veían feliz. Yo creo que, en parte, comprendían mis sentimientos o, al menos, lo intentaban y no se atrevían a contradecirme, por no herirme. Pasado el tiempo lo terminaron aceptando y la admitieron con naturalidad como una más de la familia. Lo que nunca he podido conseguir es que me crean cuando les digo que es un amor correspondido.

martes, 5 de septiembre de 2023

Terremoto


El inmenso Hombre de Piedra llevaba siglos tumbado, durmiente, agazapado bajo la superficie verde y plácida del terreno. Con sus movimientos pausados y una necesidad ardiente de descansar, solo quería dormir sin molestar ni ser importunado. Había soportado con estoicismo batallas, revoluciones, ferias y verbenas, desfiles, misas, romerías, paradas militares y bombardeos, y toda clase de fenómenos atmosféricos sin inmutarse, sin sentir la necesidad de romper su beatífico sosiego gracias a su natural anhedonia que le daba sentido a la pereza; pero no pudo soportar el machacón ritmo infernal de las fiestas que organizaban cada fin de semana en el viejo palacete alquilado a esos aristócratas venidos a menos. Se levantó iracundo y el crujir de los cimientos del palacio anunció el desastre.

viernes, 1 de septiembre de 2023

Desnudos en el circo


Nunca pensé que vería a la contorsionista y al payaso yacer sin ropa en la pista, ajenos a la presencia de familias y niños, que no disimulaban su curiosidad mientras los padres intentaban distraerlos.

El director, escandalizado, ordenó a sus artistas que los ocultaran, pero era tal la pasión que derramaban, que todos se unieron a ellos en una gran orgía —rocambolesca para unos, paradisíaca para otros—, a la que se sumó el público entusiasmado por esos nuevos y desconocidos aires de libertad. Entonces el gran cañón tronó y escupió fuego, el hombre bala voló, con su capa de estrellas y la espada de fuego  bajo la carpa azul celestial, y todos, avergonzados, se cubrieron con unas hojas de parra que adornaban las gradas. Ese día el famoso Circo Génesis cerró sus puertas y la humanidad perdió su segunda oportunidad.

martes, 22 de agosto de 2023

El escondite


En el trastero de debajo de la escalera pasaste escondido la mayor parte de tu infancia, evitando los gritos y las amenazas de tu madre y las palizas de tu padre. Hoy sigues horas y horas en la buhardilla, que solo abandonas para llevarles a su habitación  algo de agua y una pobre ración de comida, lo necesario para calmar tu conciencia y no ver cómo se van deteriorando acostados en la lúgubre cama de la vejez y del abandono. No es dejadez ni maldad, es que nunca les perdonaste que te trajeran al mundo.

lunes, 14 de agosto de 2023

Juramento


Se atusó su barba rala y el bigote antes de darle ese beso en la frente que viene a ser una despedida. Ella le devolvió una mirada perdida con sus ojos azules que en su tiempo lo decían todo y ese día solo reflejaban un adiós. Se mezclaron las lágrimas de ambos mientras le ponían el pijama gris y los separaban. Sus cuerpos desaparecieron en el crematorio. Las estrellas amarillas de ambas camisas volaron con el viento y se reunieron en el cercano bosque donde, años atrás, se conocieron y juraron amor eterno.

viernes, 11 de agosto de 2023

Pide un deseo


La ondulante arena de un lejano satélite se alteró por la llegada de la flecha que habías lanzado con tal fuerza que atravesó el firmamento, sorteó las estrellas y escapó de la gravedad de otros planetas, para llegar allí, a donde quisiste, sin errar ni un solo milímetro. Al impactar en el suelo, un habitante curioso la recogió, la llenó de ilusión y la devolvió pletórica de deseos concedidos a la Tierra con la dirección de destino y la hora exacta en que tu hijo vio pasar un cometa y cerró los ojos esperanzado.

sábado, 29 de julio de 2023

En la estación


Ayer murió tu abuelo. Cuando la muerte le robó a su mujer después de tantos años de viaje juntos, y comprobar que no había nada más, que ningún juez iba a premiarlo o castigarlo, se sentó en un banco del andén confiado en que llegaría la puesta de sol mientras ella lo esperaba y tú seguías tu camino.

sábado, 22 de julio de 2023

Gestos


Lo hallaron balanceándose en la soga que colgaba del ecuador. Según la inclinación de la tierra y la hora, su vaivén seguía las agujas del reloj, o lo hacía en sentido contrario, como los desagües de los lavabos en territorio austral o boreal.  En derredor, sus familiares lo miraban compungidos, con una oscilante negativa —derecha izquierda o izquierda derecha—, siguiendo el recorrido del cuerpo inerte, al que acompañaban en esa negación rítmica, matemática.

Solo el hijo del suicida, situado justo en esa línea e imaginaria que delimita el norte del sur y separa ajena los hemisferios, seguía con la mirada —arriba abajo, abajo arriba— el balanceo. 

Una leve y prácticamente inapreciable mueca del difunto consoló el dolor del niño, que partió con su consentimiento en busca de las coletas rubias y los tímidos besos de sus sueños. 

sábado, 15 de julio de 2023

Migración


En un tiempo lejano, muchos valientes habitantes del tercer mundo, empujados por el hambre y la necesidad de supervivencia, se mutaron a peces ante le indiferencia e incluso la satisfacción de la población. 

Los llamaron los pezombres, y los fines de semana iban a buscarlos entre los juncos, donde los alimentaban de despojos, y se los enseñaban a los niños, que disfrutaban echándoles de comer.

Pasado el tiempo, la gente perdió el interés y los pezombres comenzaron a pasar hambre y subieron en masa a tierra a buscar comida. Los hombres, alarmados ante la avalancha, gritaban  «nuestra civilización de resquebraja, está en peligro» y, ante lo que consideraron una invasión, los persiguieron con ahínco y ensañamiento, pero ellos supieron defenderse y seguir luchando por su supervivencia, y tantos eran y tan voraces, que acabaron con todo lo comestible.

El último humano que sobrevivió a la hambruna generada por la invasión y sus luchas intestinas grabó en una roca «reparte tu pan, no tu hambre», y un pezombre replicó debajo  «la maldad, más temprano que tarde, tendrá replica».

sábado, 8 de julio de 2023

Noches de fiesta


En el centro del desierto, equidistante de los cuatro puntos cardinales, se organizan cada sábado botellonas, a pesar de que está prohibido y la policía puede multarlos. Son bastante aburridas, porque no dispensan alcohol, pero con agua, dátiles y poco más se conforman los asistentes. Los vendedores de esos productos y de mantas para combatir el intenso frío de la noche se están haciendo ricos a costa de los jóvenes, que cada vez acuden con mayor entusiasmo.

Tal como está la situación, todos se tienen que refugiar alrededor de una fogata, sin comer ni beber; y allí, en silencio, coinciden en que el amanecer allí es precioso.

viernes, 7 de julio de 2023

Corazón, corazón


Atravesabas cansada el puente camino del trabajo con tu maletín y la mirada perdida, y te parabas a echarle unas monedas a una saxofonista, joven y descarada, que marcaba cada día tu forma caminar y tus sueños con el ritmo de la música, hasta que una mañana faltó y tiraste al río las monedas que tenías preparadas para ella. Te pareció que al chocar con el agua te devolvieron un eco con las primeras notas del vals corazón corazón, que siempre tocaba ella a tu paso. 

Pasado el tiempo, volviste a oír en el puente las notas de corazón corazón que interpretaba una joven violinista. Te asomaste al río y te viste reflejada en el agua, joven y descarada y al lado, muy desdibujada, la imagen de una mujer que, aislada en sus pensamientos, iba cansada al trabajo con su maletín y la mirada perdida, quizás en otro tiempo.

sábado, 24 de junio de 2023

Desesperación y huida del escapista

Anuló en secreto los trucos que había utilizado durante años y se preparó para el número que todos esperaban. Le ataron las manos y pies con cadenas según sus instrucciones y lo introdujeron en un arcón traslúcido que llenaron de agua y cerraron con siete candados. Sería esa última actuación la que le daría fama para siempre.

Pasaron dos minutos, sus ayudantes vieron sus espasmos y la respiración jadeante y, alarmados, rompieron la urna cuando ya parecía ser demasiado tarde. Una marea de lágrimas y agua se derramó entonces por el patio de butacas entre el aplauso de los asistentes mientras se rasgaba la lona del circo y un rayo de sol la atravesaba e iluminaba como un rayo liberador la vacía pista central. 

lunes, 19 de junio de 2023

Se acabó


Yo, que he vivido tantas vidas, ahora me encuentro en esta tesitura. Nací como caracol de la campiña francesa, me reencarné y fallecí con mi saxofón en el Titanic, renací orgulloso como Rocinante, luego fui un esclavo negro en el lejano Mississippi donde me mataron por intentar huir, reviví como mosquito tigre e hice una buena escabechina en el bajo Guadalquivir antes de que me fumigaran, el río entonces me llevó al mar y fui una lubina feliz hasta que se me antojó un gusano orondo insertado en un ganchito, y ahora, reencarnado en gato, aquí estoy, rodeado de diez perros furiosos, agotando mi séptima vida.  

domingo, 18 de junio de 2023

Conversaciones en la barra de un bar - V. La reapertura


El bar, una especie de bistró de esos que ofrecen comida económica, tras varios meses cerrado por circunstancias diversas, había vuelto a abrir y estaba casi vacío. Me senté en una banqueta en el extremo de la barra y pedí un café que Ezequiel, el camarero, tras dejar su tarea reponer lo necesario y tirar aquello que se había estropeado, me sirvió diligente. 


—Buenas tardes —me saludó entonces una voz profunda y ronca, apagada como la brumosa mañana de aquel día—. Volví la cabeza y noté qué el vacío que descansaba en el banco que junto a mí y frente a la barra, se enseñoreaba con su mirada crítica y, quizás, algo rutinaria.

Hola contesté extrañado mientras volvía la cabeza para ver de dónde salían esas palabras que me interpelaban.

—¿Qué tal estás? Hace tiempo que no escribes.

No se me ocurre qué.

—Ni pintas.

Hace años que lo dejé.

Ni sales apenas.

Con mi mujer, todos los días ¿para qué más?

 —¿Y con tus antiguos compañeros de trabajo?

A algunos veo. El resto por ahí andarán.

 —¿Y qué vas a hacer ahora?

Nada. No lo he pensado.

—Al manos estarás leyendo.

—Poco, es que no me concentro.

—Algo tendrás que hacer. Digo yo.

Bueno. Ya saldrá se me ocurrirá, cuando me apetezca.

Si no lo buscas, si no te empeñas…


En ese momento noté que, con una calculada discreción, el alma inerte  y cansada del banco vacío, se alejaba y dejaba hueco a un tiempo pasado que se retorcía intentando salir de su encierro de apatía y olvido y, antes de irse, dejaba en la barra unos cuantos folios en blanco, el camarero me acercaba una pluma y mi mujer me daba la mano y me sacaba a dar un paseo por mi presente y nuestro futuro.