—Tú estás en lo cierto, Sancho —dijo don Quijote—. Vete adonde quisieres y come lo que pudieres, que yo ya estoy satisfecho, y solo me falta dar al alma su refacción, como se la daré escuchando el cuento de este buen hombre.
Marina
martes, 5 de septiembre de 2023
Terremoto
El inmenso Hombre de Piedra llevaba siglos tumbado, durmiente, agazapado bajo la superficie verde y plácida del terreno. Con sus movimientos pausados y una necesidad ardiente de descansar, solo quería dormir sin molestar ni ser importunado. Había soportado con estoicismo batallas, revoluciones, ferias y verbenas, desfiles, misas, romerías, paradas militares y bombardeos, y toda clase de fenómenos atmosféricos sin inmutarse, sin sentir la necesidad de romper su beatífico sosiego gracias a su natural anhedonia que le daba sentido a la pereza; pero no pudo soportar el machacón ritmo infernal de las fiestas que organizaban cada fin de semana en el viejo palacete alquilado a esos aristócratas venidos a menos. Se levantó iracundo y el crujir de los cimientos del palacio anunció el desastre.
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Últimamente no paran de molestarlo, uff. Que descanse pronto..
ResponderEliminarEl abuso contra la paciencia de los habitantes de la Tierra y del propio planeta no tiene límites
EliminarEs que (también a mí) el reggaeton me hace temblar.
ResponderEliminarNos hace templar a una mayoría que no puede hacer nada contra una minoría (aunque sean muchos, no deja de serlo) que desprecia al resto.
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