Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

jueves, 14 de septiembre de 2023

Las cosas del querer


Lo sé, en realidad, esto no tiene ninguna lógica ─le decía a mis padres y hermanos, que me escuchaban incrédulos, sin saber si reír, cambiar de tema o tacharme de loco─, ¿Quién os iba a decir que me iba a terminar enamorando de una muñeca?

Les explicaba que solo quería estar con ella, que no le hacía daño a nadie: «Pensadlo sin prejuicios y haced un esfuerzo por comprenderme, es hermosa, grácil y siempre está aquí, junto a mí, con ese tacto tan suave, su blusa rosa brillante y esa tierna sonrisa. Os parecerá ilógico, pero ha ocurrido, estoy colado por ella». 

Ellos me escuchaban con respeto y paciencia porque me veían feliz. Yo creo que, en parte, comprendían mis sentimientos o, al menos, lo intentaban y no se atrevían a contradecirme, por no herirme. Pasado el tiempo lo terminaron aceptando y la admitieron con naturalidad como una más de la familia. Lo que nunca he podido conseguir es que me crean cuando les digo que es un amor correspondido.

4 comentarios:

  1. Si puede haber amor entre un humano y una muñeca ¿Quien puede estar en la mente de una muñeca y asegurar que no puede haber amor entre ella y un humano?

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    1. Es cierto. Saber lo que piensa el otro y cómo actuaría en circunstancias complejas-aunque sea una muñeca- no siempre es fácil.

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  2. Está muy gracioso. Me ha gustado

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  3. Gracias, desconocido, por leerme y comentar.

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