Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 7 de julio de 2023

Corazón, corazón


Atravesabas cansada el puente camino del trabajo con tu maletín y la mirada perdida, y te parabas a echarle unas monedas a una saxofonista, joven y descarada, que marcaba cada día tu forma caminar y tus sueños con el ritmo de la música, hasta que una mañana faltó y tiraste al río las monedas que tenías preparadas para ella. Te pareció que al chocar con el agua te devolvieron un eco con las primeras notas del vals corazón corazón, que siempre tocaba ella a tu paso. 

Pasado el tiempo, volviste a oír en el puente las notas de corazón corazón que interpretaba una joven violinista. Te asomaste al río y te viste reflejada en el agua, joven y descarada y al lado, muy desdibujada, la imagen de una mujer que, aislada en sus pensamientos, iba cansada al trabajo con su maletín y la mirada perdida, quizás en otro tiempo.

2 comentarios:

  1. Es cuestión de escuchar o de oír lo que el pasado o la memoria quieran decirnos.

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  2. Conforme pasan los años, la conversación con nuestros recuerdos, independientemente de lo que la memoria nos traiga, es cada vez más fluida y enriquecedora, porque esa memoria, sea real, alterada, enriquecida o empobrecida o incluso ausente, nuestro mejor posesión y dicos recuerdos, nuestro más íntimo y querido tesoro.

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