Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

sábado, 24 de junio de 2023

Desesperación y huida del escapista

Anuló en secreto los trucos que había utilizado durante años y se preparó para el número que todos esperaban. Le ataron las manos y pies con cadenas según sus instrucciones y lo introdujeron en un arcón traslúcido que llenaron de agua y cerraron con siete candados. Sería esa última actuación la que le daría fama para siempre.

Pasaron dos minutos, sus ayudantes vieron sus espasmos y la respiración jadeante y, alarmados, rompieron la urna cuando ya parecía ser demasiado tarde. Una marea de lágrimas y agua se derramó entonces por el patio de butacas entre el aplauso de los asistentes mientras se rasgaba la lona del circo y un rayo de sol la atravesaba e iluminaba como un rayo liberador la vacía pista central. 

2 comentarios:

  1. Siempre hay una luz y hay que ir hacia ella

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    1. Sí, el problema es que hay que reconocerla y aferrarse a ella.

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