Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

jueves, 21 de diciembre de 2023

Confinamiento


La declaración del estado de alarma me dio mucha paz. Sin coches, niños ni pandillas, la tranquilidad estaba asegurada. Solo el teléfono, la vibración del correo, los avisos de facebook, y el Menuet, el Classic Bell y el Sex de mis grupos de whatsapp,  me impidieron descansar. Era más fácil callar a la ciudad.

2 comentarios:

  1. La ciudad se calló pero permitía escuchar los trinos de los pájaros el ulular del viento y el rumor de la lluvia.
    También se oía, con fuerza, los aplausos de las ocho de la tarde.

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