Al acercarse al fuego, tras haber pasado la noche bajo el
puente, recogió el papel que un desconocido le había tirado: "Sucio,
maloliente, huraño, siempre cogiendo colillas del suelo y rebuscando en los
contenedores".
Lo tiró y se durmió tranquilo mientras un grupo de jóvenes
buscaba al protagonista de su macabro juego de rol.
El mendigo, de José Luis García Pascual
|
No se qué decir. Una -supongo- víctima casual.
ResponderEliminarPues nada, al que le toca, le toca.
ResponderEliminarPues nada, al que le toca, le toca.
ResponderEliminarVidas truncadas por el alcohol, droga, salud, soledad. Nadie estamos libres de que nos pase. Y cada día hay mas violencia y menos respeto. Que henos creado?
ResponderEliminarNadie está libre, pero unos tenemos más defensas que otros. Mucho tiene que cambiar las cosas para que caigamos.
ResponderEliminarNadie está libre, pero unos tenemos más defensas que otros. Mucho tiene que cambiar las cosas para que caigamos.
ResponderEliminar