Marina

Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 8 de julio de 2016

Trueqe

Estaba triste Dolor sentado en una mesa en el rincón más oscuro del bar cuando vio entrar a Seca muy abatida.  Dolor la invitó a sentarse con él.

—¿Quieres tomar algo? —preguntó Dolor tras saludarla.
—No, gracias —respondió Seca sin levantar la cabeza.
—¿Te pasa algo? Te veo triste.
—Tampoco a ti se te ve muy feliz.
—Se me ocurre algo, te doy mi "D" ¿la quieres? —le dijo Dolor para intentar animarla y un poco harto de cargar con su pena.
—¡Vale! te la cambio por mi "C" —contestó Seca ilusionada.

Y así, Color y Seda, tras tomar unas copas, salieron del bar satisfechos con su nueva identidad.

Nighthawks, de Edward Hopper

8 comentarios:

  1. A veces pequeños cambios producen grandes efectos

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  2. Así es. Hay que saber qué se cambia, por qué se cambia y con quién se cambia.

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  3. La s de soledad los acompañaran siempre

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    Respuestas
    1. También está la C de coraje, la O de orgullo, la L de lógica, la R de risa, la E de esperanza, la D de diálogo y la A de ánimo. Incluso la S sirve de salir del pozo.

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    2. También está la C de coraje, la O de orgullo, la L de lógica, la R de risa, la E de esperanza, la D de diálogo y la A de ánimo. Incluso la S sirve de salir del pozo.

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  4. Precioso microrrelato, esa seda producto de ese intercambio está muy bien.
    Muy logrado el texto.
    Saludos
    Puri

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  5. Tengo entendido que Seda y Color fueron muy felices. Pero esa es otra historia.

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