DÍA VEINTIOCHO DE JULIO, JUEVES: JON MALIEN
Fuimos al bosque de Jon Malien, adonde nos llevó Jon Malien.
El bosque se encuentra en el centro de un paraje devastado
por un terremoto, que destruyó todo en miles de kilómetros a la redonda. Pasado
el tiempo solo el bosque renació, pero los árboles y toda la vegetación crecieron
al revés —nos explicó Jon Malien mientras observábamos asombrados el bosque. Las
copas de los árboles con sus frutos, y de los pequeños arbustos, están en el
suelo y dan una gran belleza y alegría al paisaje, pero si miras al cielo, solo
puedes ver una extraña empalizada de madera que termina en una red de ramas y
raíces de aspecto sombrío.
Las ardillas son felices correteando por el suelo, con todo
el alimento a su altura sin tener que saltar de rama en rama, al igual que los
venados y los cervatillos. Los pájaros lo tienen peor, porque tienen que bajar
a ras de suelo para hacer sus nidos y son presas fáciles de los depredadores,
aunque éstos, por comodidad, poco a poco se han hecho herbívoros y rara vez los
tocan.
Los pobladores del bosque —terminó de contarnos Jon Malien—
han construido sus casas en lo alto de las raíces y disfrutan de la situación,
ya que tienen a su alcance todo tipo de frutas y animales, pero no quieren
acostumbrarse pues saben que pronto se repetiría el terremoto y todo volverá a
la normalidad.
En el bosque, de Narcisse Virgilio Diaz De La Pena
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Quizá ocurra algo similar en Sevilla, aunque no nos da tiempo a acostumbrarnos porque en dos meses llega el terremoto de septiembre y todo vuelve a su estado "natural" lleno de gente, coches y ruido.
ResponderEliminarAhora está llena de turistas, como nuestros amigos viajeros.
EliminarEl mundo alnreves. Estaría bien. Por un día iban a aprender los jefes lo que hacen a diario. Aunque lo mismo a ellos no les afecta
ResponderEliminarLe sacarían provecho.
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