—Tú estás en lo cierto, Sancho —dijo don Quijote—. Vete adonde quisieres y come lo que pudieres, que yo ya estoy satisfecho, y solo me falta dar al alma su refacción, como se la daré escuchando el cuento de este buen hombre.
Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno
miércoles, 27 de mayo de 2015
Ninguna regresa
Ninguna regresa, me dijeron un día cualquiera, pero no les
creí.
El sueño, la risa, el roce, su falta… Regresa su ausencia.
Cuantas publicaciones nuevas y que bonitas con sus ilustraciones. Muy agradable de leer, cuenta con mi visita semanal y el orgullo que me provoca leerte. Un beso papá.
Cuantas publicaciones nuevas y que bonitas con sus ilustraciones. Muy agradable de leer, cuenta con mi visita semanal y el orgullo que me provoca leerte.
ResponderEliminarUn beso papá.
Gracias hija.
EliminarTú léeme y, sobre todo, sigue observando y escribiendo.
Y mientras te agarras al dolor de la ausencia, sobrevives al desconsuelo del vacío.
ResponderEliminarozz.
Gracias, anónimo, por tu encadenado. Yo he descrito una realidad y tú la has completado con sentimientos.
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