Era un año de sequía en la sabana y todos los animales
luchaban por sobrevivir alimentándose con las escasas hojas de las acacias y
otros árboles, que se disputaban diversas manadas.
Una jirafa y un antílope habían hecho una estrecha amistad. La
jirafa comía de las copas de los árboles y le daba hojas que sobraban a su
amigo y el antílope se alimentaba de pasto y de las ramas bajas y alargaba su
cuello para hacerle llegar a ella lo que ya no iba a rumiar.
Cuando la jirafa y el antílope quisieron comer las hojas que
crecían a media altura, terminó una hermosa amistad.
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Jirafas floridas, de Maulana Saidi
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Curiosa actitud de los animales... totalmente humana
ResponderEliminarNosotros también nos pelearíamos por las ramas altas y bajas, me temo.
ResponderEliminarLa amistad es voluble? el ser humano es voluble?, todo es tan efímero
ResponderEliminarTienes razón, pero desde mi punto de vista eso no tiene que ser malo obligatoriamente
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