—Tú estás en lo cierto, Sancho —dijo don Quijote—. Vete adonde quisieres y come lo que pudieres, que yo ya estoy satisfecho, y solo me falta dar al alma su refacción, como se la daré escuchando el cuento de este buen hombre.
Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno
viernes, 25 de marzo de 2016
Calentamiento global
Apagaron
las llamas del infierno, como última medida para evitar el fin de la tierra.
No hubo solución. No las pidieron apagar totalmente porque antes habían consumido toda el agua del planeta
ResponderEliminarBueno, habría que buscar otros medios y evitarlo o, al menos, intentarlo.
EliminarPues lo están alimentando de nuevo. No tenemos solución
ResponderEliminarSiempre hay intereses, más o menos justos, más e menos éticos.
ResponderEliminar