Marina

Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

jueves, 10 de marzo de 2016

La cita

    El domingo salió con Juana, la chica que le presentaste, pero creo que no le ha caído bien y de hecho no ha vuelto a llamarla y ella a él tampoco. Tras almorzar, fueron al cine y dieron un paseo, pero no fueron capaces ni de comentar la película. Se despidieron cada uno se fue a su casa. Pedro es muy aburrido, pero tampoco ella era una fiesta.
    No tiene ningún amigo en la ciudad. Yo creo que si nos apartáramos nosotros ni siquiera nos echaría en falta, la verdad es que no sé qué hacer para animarlo.


Mientras, Pedro y Juana recordaban la tarde tan agradable que pasaron juntos. Incapaces de dar el siguiente paso, cada uno siguió sentado en su sillón, junto al teléfono.

Mujer sentada hablando por teléfono, de Kirk Richards

9 comentarios:

  1. La timidez es un problema insalvable en degerminadas ocasiones y personas. Pero lo que no tiene nombre es como prejuzgamos y analizamos los comportamientos ajenos. Llama a tu amigo y que de el paso. Este me ha encantado

    ResponderEliminar
  2. ¿Es timidez? ¿O es un respeto -mal entendido- al otro?. No sé, pero hace perder muchos trenes el "no se vaya a molestar".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ... O las dos cosas, o prudencia. Cada caso es distinto y cada persona un mundo.

      Eliminar
  3. Será timidez u cualquier otra cosa, pero cuantas cosas dejamos pasar por no atrevernos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es tan cierto como que algunas veces nos tenemos que arrepentir de no haber sido más prudentes.
      Cuando miramos atrás todo parece más fácil, a veces el miedo, la duda, es un freno, otras una buena defensa.

      Eliminar
  4. No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "No hay nada más bello que lo que nunca he tenido, nada más amado que lo que perdí" (J.M. Serrat)

      Eliminar