—Tú estás en lo cierto, Sancho —dijo don Quijote—. Vete adonde quisieres y come lo que pudieres, que yo ya estoy satisfecho, y solo me falta dar al alma su refacción, como se la daré escuchando el cuento de este buen hombre.
Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno
viernes, 11 de septiembre de 2015
Falsas apariencias
Tenía los dedos largos y finos, sin durezas, a pesar de su
tenaz dedicación a la guadaña.
Corto, pero muy fuerte
ResponderEliminarCuidémonos de las apariencias y de las primeras impresiones, no siempre reales
EliminarQ bueno!!!
ResponderEliminarComo has podido decir tanto con tan poco?
Ya sabes: A buen entendedor, pocs palabras bastan.
EliminarLas durezas las lleva en el alma (si la tiene). Leni Lavado
ResponderEliminarEs su trabajo...
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