Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 11 de septiembre de 2015

La culpa no fue mía

Sin saber por qué, le di un puñetazo. Él protestó indignado y consiguió que me expulsaran del campo. El árbitro no me quiso escuchar, ni entendió que estaba nervioso y tenía que desahogarme ¡A mí, que era el líder, el máximo goleador, la figura estelar del equipo! Ni que decir tiene que perdimos el partido -nunca lo olvidaré- tres a cero, una vergüenza. Si yo hubiera seguido jugando, todo habría sido muy distinto, mi presencia era fundamental y él no era nadie en su equipo.

Nunca se lo perdonaré, él se dejó pegar. 

Campeones de barrio, de Antonio Berni

7 comentarios:

  1. En la sociedad actual " Nadie es culpable de nada", como dice una canción de Fito y Fitipaldis...
    Es preferible mentir para eludir la culpa y la responsabilidad que asumir nuestro error y aprender del mismo.
    Contra esto, sólo se puede luchar con el ejemplo, intentando transmitir a nuestros hijos el valor de la honestidad.
    Encima, lo has enmarcado en el fútbol, con lo que te ha quedado un relato de lo más actual.

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  2. El problema no es solo no asumir nuestras culpas, es intentar cargárselas a otros, habitualmente más débiles.
    Gracias por tu comentario.

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  3. Esa frase se puede aplicar a muchas situaciones. Acostumbrado a escucharla a menudo. No existe la empatia. Solo el egoísmo: yo. Yo y yo. Los demás se equivocan. Muy bueno, me ha gustado. Fiel reflejo del deporte de elite en cualquier barrio de cualquier ciudad

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    1. Gracias Julio, el exceso de seguridad y el egoísmo conduce a aso.

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  4. https://m.youtube.com/watch?v=z_7dFLj3j9g

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    1. Una aportación musical en youtube muy recomendable.

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    2. Jajaja....
      Quizás una osadía por mi parte, fusionar literatura, pintura y música.
      Me alegra que te guste y le hayas dado cabida en tu blog.

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