Juguetes,
de Domingo Otenes
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Ocultos
entre los árboles y la maleza, los seres del bosque disfrutaban de una vida feliz. Las hadas no cejaban en su
empeño de mantener cierta paz y alejar a los enanos y a los sátiros de las
benéficas sibilas, los gnomos y orcos evitaban enfrentarse, los elfos
deambulaban felices entre los árboles y las flores y las brujas fabricaban
pócimas para protección de males o contra el mal de ojo.
Pero
un peligro acechaba, cada vez se arrancaban más árboles y tenían menos espacio
para vivir. Terminaron viviendo en la angosta la ladera del río, bajo los
acantilados, y fue allí donde una enorme red los atenazó y los sacó del bosque
para llevarlos a un frío almacén en el que el maléfico ogro ToysRus, los guardó
en cajas multicolores, junto a otros que ya tenía en su poder, para venderlos
como esclavos por todo el mundo.
Poco queda ya en la naturaleza que no enlatemos para venderlo más caro como natural.
ResponderEliminarLa apropiación indebida de los bienes naturales y de nuestra mente, hoy por hoy, es una realidad.
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