Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 7 de octubre de 2016

El recreo

Cada día se sentaba en un escalón a comerse el bocadillo, mientras sus compañeros del colegio corrían y jugaban alrededor suyo, intentando sacar el máximo provecho a esa media hora de libertad que el colegio regalaba cada día. 


Cuando años más tarde tuvo que volver, el patio seguía totalmente vacío.

Patio de colegio, de Teresa Fudio

4 comentarios:

  1. Se aíslabasa. No los veía. No los vio nunca

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  2. O lo aislaban, no lo veían, no lo vieron nunca.

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  3. Los compañeros estaban en otro sitio, la nostalgia de un bocadillo en el recreo es casi única, Ellos se lo perdían

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