Esa
escena la viví yo hace muchos años —le dije al pintor que, una vez terminada su
obra de disponía a recoger su maletín—, es como si usted hubiera estado
presente ese día. Yo venía de desayunar y de comprar la prensa y me paré frente
a ese quiosco. Lo recuerdo porque a la vendedora, que estaba sentada en la
sillita roja, le pedí unas semillas del expositor, y ella se levantó muy
malhumorada, como si le molestara. Hacía un día muy bueno, aunque había
amanecido lloviendo y era el día del cumpleaños de mi mujer por lo que, aparte
de las semillas, iba comprar un ramo de flores, pero decidí irme a otro sitio.
Detrás de mí venía paseando su hermana con una amiga, la esperé para saludarla,
pero se volvió hacia un joven que las llamó para preguntarle algo. Yo me quedé
parado mientras volvía la vendedora, apoyado en el respaldar de la silla,
leyendo el cartel que anunciaba en el quiosco un festival de coplas, al que
terminé yendo esa misma noche. Tengo un gran recuerdo de ese día y por eso
retengo tantos detalles y me he permitido entretenerle. Es que hasta el
chaquetón verde, que aún conservo aunque no me pongo, es igual al que usted ha
plasmado en el lienzo. Sé que no es posible, pero se podría decir que usted me
pintó ese día de hace ya cerca de veinte años, si no fuera porque entonces yo
no llevaba bastón.
Serie: Mis cuadros
Granada, Plaza Bib-Rambla,
de Ezequiel Barranco Moreno
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Es posible que, a ese pintor, esa plaza, ese sitio le hubiera transportado a otro año.
ResponderEliminarComo a tí el portal o el balcón
Recordar, aunque solo sea una visión fugaz, es revivir el pasado.
EliminarRevivir el pasado nos puede sacar una sonrisa, lástima que mis recuerdos sean tan difusos.. Tu arte sirve para fantasear sobre ellos y las vids de los protagonistas en el cuadro
ResponderEliminarEsas persoonas, totalmente desconocidas, nos permiten fantasear, de la misma forma que nosotros podemos ser protagonistas de otras historias.
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