Hoy, ausente, sigue colmando la casa.
—Tú estás en lo cierto, Sancho —dijo don Quijote—. Vete adonde quisieres y come lo que pudieres, que yo ya estoy satisfecho, y solo me falta dar al alma su refacción, como se la daré escuchando el cuento de este buen hombre.
¡Qué pena, Ezequiel! Y qué bonita despedida.
ResponderEliminarGracias, fue ella la que nos despidió con la mayor nobleza.
EliminarMuy sentido. En el paraíso, nirvana, valhalla o donde vayan los seres queridos, Pompa seguirá percibiendo vuestro cariño.
ResponderEliminarY nosotros en la tierra el suyo.
EliminarQue pena, se quieren tantooo!!!ánimo, solo una gran persona como usted podría homenajear con palabras tan hermosas.Saludos
ResponderEliminarPompa, con sus gestos, habló mucho más de lo que nosotros pudimos decir.
EliminarNo puedo deciros más, que las sigais recordando como lo haceis , con esa cola jueguetona, los tiempos de perdidas se llenan con los recuerdos hasta que el tiempo de la la pérdida es mayor que esos recuerdos... ahí no os puedo ayudar... yo no paro de recordar.... se les echa de menos y mucho
ResponderEliminarNo deseches los recuerdos y disfruta de la añoranza, es lo que queda al final.
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