![]() |
Noche de Reyes, de Julio Borrell Pla |
Había decidido
innovar y preparó con esmero el tentempié para los Magos de Oriente: Mantecado de chorizo de Pamplona y almendra,
con pequeñas notas de curry, cidra y su sinuosa salsa de soja. Al no saber
a qué hora llegarían Sus Majestades, dejó unas copas de vermú, rioja y vino
dulce para que lo maridaran a su gusto.
A la
mañana siguiente, las copas estaban vacías, los niños jugaban con sus regalos,
él miraba los platos intactos y su mujer leía estupefacta una nota con tres
firmas: Le falta sal.
Lo cierto es que los Reyes son Reyes, por tanto sibaritas. Están acostumbrados a la buena cocina.
ResponderEliminarA los cocineros de los gastrobares (en este caso gastrohogares) les gusta innovar con productos nuevos pero, a veces, se olvidan de los básicos (sal, vinagre, azúcar, etc.)
Sin embargo, en este caso especial: ¿a quién se le ocurre ponerles chorizo de Pamplona a un georgiano, un etíope y un persa? En todo caso debía haber puesto chorizo de pavo.
Eso sí, con sal.
La nueca cocina no entiende de fronteras, y las costumbres, tradiciones y preceptos van relajándose. Este es el resultado.
Eliminar