La calle, de Balthus
|
Llegué
a la cita antes de la hora prevista y aproveché para dar una vuelta por las
calles del casco antiguo. Entré en la angosta Calle Libreros montado a toda
velocidad en mi bicicleta nueva, a la que habían quitado los ruedines, que me
habían comprado en una juguetería recién abierta en la Avenida. Al llegar a la
esquina me tropecé con un señor que paseaba leyendo el periódico y se me
cayeron los libros de la mochila, que él me ayudó a recoger amablemente aunque
me recriminó mi comportamiento —más matemáticas y menos correr, dijo—. Repuesto
del susto me encontré con María, mi novia, a la que acompañé hasta casa de sus padres,
parándonos en todas las tiendas de ropa y complementos, en las de muebles, en
las inmobiliarias y en las de trajes de novia. Ya de vuelta, por la Calle
Francos, fui con Juana, mi mujer, a buscar un cochecito y ropa para los
mellizos y a darle una vuelta a mi madre, que llevaba días que no se encontraba
bien. Comenzaba a hacerse tarde y volví deprisa por la Avenida cuando comenzó a
sonarme el teléfono, hasta seis veces conté antes de cogerlo, no podía aguantar
más a mi jefe, lo cogí para decirle que estaba harto y que no contara más conmigo.
Antes de seguir, para tranquilizarme, me senté en un café que habían abierto en
el local de una juguetería recientemente cerrada, y me tomé una copa de coñac
leyendo las noticias de economía, que tanto me preocupaba, por la bolsa de
pensiones, cada vez más vacía. Me levanté con la ayuda de mi bastón para acudir
a la cita.
No
recordaba muy bien con quién había quedado, pero al verla se me vino
inmediatamente a la memoria, pálida, vestida de negro y de mirada penetrante,
aunque serena, siempre tiene reservado un momento para tomar una copa con cada
uno de nosotros.
Una vida en un minuto. Muy bonito Eze
ResponderEliminarHe conseguido expresar el paso del tiempo y tú lo has captado. Los años, meses, días, tienen un número indeterminado de horas y minutos.
EliminarDemasiado cercano. Nunca sabes cuándo llegará. Cerca ha estado
ResponderEliminarAsí es. Es bueno correr con la bicicleta lo más rápido que se pueda.
Eliminar