‒¿Qué va a hacer con el premio?
‒Compraré una gran caja fuerte.
‒¿No va a llevarlo al banco?
‒Sí, el dinero sí. En la caja fuerte guardaré mis ilusiones
y mis sueños y luego tiraré la llave, no vaya a ser que al alcanzarlos, me defrauden.
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La diosa Fortuna, de J.
Bernard
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Mejor hace al revés, que como están las cosas que se queden con mi ilusión y sueños y no con mi dinero
ResponderEliminarMás vale pájaro en mano que ciento volando (depende del pájaro y del ciento).
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EliminarLas ilusiones siempre defraudan si no tenemos tolerancia o comprension con los resultados de nuestro esfuerzo y los de otros por conseguirlas. Y mas aun si no identificamos la explicacion del porq nunca resultan como habiamos imaginado. Tal vez sea el mejor de los atractivos de esta vida, nunca saber como sucederan las cosas. Aunq tb es un gran placer planificarlas e ir a por ellas. Porq cuando no suceden una lo hacen otras y tal vez esas q salen son las q de verdad necesitamos para nuestro buen destino o mision de nuestra existencia en particular. Aceptar lo q sucede es hacerle frente a la vida, y ganar
ResponderEliminarNo por saberse se consigue pero practicando se acerca uno incluso lo suficiente.
Es lo maximo q he llegado a comprender hasta ahora del porq la ilusion no intersa nunca perderla.
Luchar por lo que te inreresa sin, por ello, renunciar a lo que viene solo. Aceptar lo que sucede es hacerle frente a la vidda... Muy buena propuesta.
EliminarGracias por tu comentario.
Más que defraudarme sería muy triste una vida sin sueños ni ilusiones. Aunque me tocase la lotería nunca haría realidad todos mis sueños, es lo que me empuja todos los días a trabajar, a levantarme, a querer... Yo también guardaría, que no encerraría, muchos de mis sueños para continuar...Leni Lavado
ResponderEliminarBueno, parece que coincidimos en el uso e la caja fuerte, pero quizás varíe la motivación. La tuya enriquece mucho el relato.
EliminarNunca defraudan los sueños ni las ilusiones. Lo que puede defraudar es la realidad, aquella que se sí puede conseguir con dinero.
ResponderEliminarSi somos capaces de adaptar el sueño, o a la realidad, de cada uno, o viceversa, no habrá problema, pero a veces el sueño tiene los pies de barro y la realidad es un elefante, En ese caso la frustración puede hacer que nos sintamos defraudados. No es oro todo lo que reluce.
EliminarLa realidad o, mejor, nuestra realidad, sí que puede defraudarnos o hacernos felices, depende de lo que nos venga, lo busquemos o no, y de nuestra respuesta.
Gracias por tu comentario.
Este relato me gusta, y mucho.
ResponderEliminarMe gusta porque refleja una realidad: se es más pobre ( espiritualmente) cuanto más se tiene ( económicamente)
A mi me recuerda a un verso de mi querido Sabina : " Era tan pobre, que no tenía más que dinero.."
La felicidad no es exclusiva de los ricos ni la riqueza garantiza la felicidad, aunque la pobreza dificulta el camino para encontrarla.
EliminarYa me cantarás la csnción de Sabina.
Quizas como dice Kavafis.. al menos el Itaca de las ilusiones y los sueños, nos habria regalado un hermoso viaje.
ResponderEliminar(Me sigue usted sorprendiendo...)
Mientras estamos de viaje disfrutmos del entorno y de la esperanza aunque, a veces, nos acompañen sinsabores.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.