Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 26 de junio de 2015

Cuéntame un cuento (homenaje a santa Teresa)

Muerto el rey, su hijo Conrad, heredero de la corona, encerrado por orden de la malvada Reina, se lamentaba en la mazmorra -"¡Ay, qué larga es esta vida, que duro este destierro!"- y cada noche, gritaba a la luna su triste salmodia: "¡Qué muero porque no muero!".
Ocurrió que Graciela, una joven de un cercano reino a la que conocían como, la Princesa Valiente, lo oyó gritar -"¡Abrid esta cárcel, romped estos hierros en que mi alma está metida!"-, y decidió ayudar al cautivo y a los campesinos, que entendían que la desesperanza del joven era su propio dolor.
Graciela fue al palacio para exigir su liberación y, ante la negativa de la Reina, volvió con un numeroso ejército que planteó una cruenta batalla. Conrad no descansaba -"solo esperar la salida me causa dolor tan fiero"- decía al escuchar la algarabía de la lucha. Finalmente el joven heredero fue liberado y la Reina huyó.
Meses después Graciela y Conrad se casaron y para siempre vivieron felices y comieron perdices.


Dicen que a Santa Teresa, de niña, le gustaba que su padre le contara este cuento cada noche, antes de dormir.

Santa Teresa siendo niña, Anónimo.

1 comentario:

  1. Cuando lo he leido me ha calmado y esta noche lo necesitaba
    Dolor fuera!

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