La trucha se deslizaba tranquila en el remanso de un río
fronterizo. En una ribera, Denis gritaba acalorado a Yev, que escuchaba
paciente desde la otra orilla.
- "De acuerdo, son aguas internacionales y ambos
tenemos derecho a esa trucha, pero si la coges tú, yo la pierdo y eso no sería
justo, como tampoco lo sería que la cogiera yo.
- "Tengo hambre, Denis, podemos compartirla o coger una cada
uno. El río está lleno".
- "No Yev, bajo ningún concepto la compartiremos, el
primero que la tocara sería su dueño aunque fuera un solo segundo y eso sería
irrefutable ante futuras exigencias. Coger dos en vez de una es simplemente
multiplicar el problema y si nos basamos en que el río está lleno, estaríamos
hablando del todo y no de la parte. El todo es como nuestro código ético, es cuestionable,
pero no negociable como la parte... Piénsalo".
Mientras, la trucha se deslizaba tranquila en el remanso del
río fronterizo.
Corriente de la trucha en el Tyrol, de John Singer
Sargent
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Uno quiere comersela(solo una, no todas), y el otro quiere ser su dueño. Podran negociar con criterios diferentes aunq se trate de una parte perfectamente negociable??
ResponderEliminarSi Yev y Denis hubieran sido capaces de cerrar la boca y abrir los oídos, y de olvidar el "yo lo vi primero" o el "esa es mía", probablemente ya habrían encendido una fogata y estarían comiéndose la trucha. Y quedarían más truchas para otros...
EliminarCerrar la boca y abrir los oidos!
ResponderEliminarMe ha encantado!
Esa practica me viene genial
Gracias. Podría ser un buen lema.
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