- Mira, sobre la mesa roja del centro del salón, como si lo
hubieran dejado caer, hay un hermoso ramo de flores. Míralas bien: esas flores
blancas rutilantes, los capullos a punto de abrirse, esas hojas verdes llenas
de vida, el olor a jazmín que llena la habitación y embriaga…
- Pero ¿qué dices? Si sólo son cuatro flores marchitas y
algunos pétalos secos.
- Bueno, perdona, quizás tengas razón… es que no las estaba
mirando.
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Flores secas, de Germán Muñoz Gutiérrez
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Una vez más me hace reflexionar y preguntarme..¿No las estaba mirando, o estaba mirando mas allá, a la belleza que nadie v en el momento más marchito ... a la hermosura que una vez fué?
ResponderEliminarUn saludo.
ozz.
Pd. Y esta vez sin encadenar.
"Solo se vi bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos", nos dejó dicho El Principito.
EliminarYo vi las flores preciosas del primer observador. Pero tb vi las secas y marchitas que veia el segundo observador. Para mi existen las dos aunq sean las mismas y eso sin mirar, si miro seguro q existen tres.
ResponderEliminarPoder humano. Que bien q tenemos un corazon capaz de hacer esa magia!
Todo es según del color...
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