—Tú estás en lo cierto, Sancho —dijo don Quijote—. Vete adonde quisieres y come lo que pudieres, que yo ya estoy satisfecho, y solo me falta dar al alma su refacción, como se la daré escuchando el cuento de este buen hombre.
Marina
martes, 9 de enero de 2024
Solo una
Cuando su mujer y sus hijos lo dejaron solo y le dieron la espalda, se levantó decidido a cambiar, a olvidar el alcohol, pero al celebrar un año de abstinencia, convencido de que ya había superado su adicción, decidió tomar una copa, solo una. Hoy no se encuentra solo, pequeñas lagartijas, arañas, fichas de ajedrez y alguna que otra serpiente, lo acompañan.
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