Carta marina (detalle), de Olaus Magnus |
Descansaba tumbado en un glaciar cuando el hielo cedió y cayó en la más profunda sima. Allí estuvo buceando durante días, o años, rodeado de insectos, peces, galápagos, aves marinas, serpientes y monstruos de todas las formas y tamaños que nadaban en cualquier dirección buscando una rendija para asomarse a la tierra. Al anochecer, el mar se llenó de estrellas y corales, y pudo salir a la superficie siguiendo la estela de la Osa Mayor, que lo llamó animó junto a Casiopea y Venus, que le guiñaba insinuante. Agotado, salió a la superficie y se tumbó de nuevo a descansar sobre el glaciar.
Él
no recuerda nada de su aventura, pero el lápiz estaba allí para contárnoslo.
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