La pesca, de Eustaquio Segrelles
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Valdesanmora, Valdesallora y Valdelora eran tres pequeños
pueblos cercanos en la ribera del Río Valdiana. Tenían pocos recursos y se
habían ido despoblando hasta el punto de quedar en cada uno de ellos poco más
de veinte habitantes, todos de edad muy avanzada.
El Ayuntamiento de Valdelora aceptó entonces la propuesta de
un joven venido de la ciudad de construir una piscifactoría. Los habitantes de
Valdesanmora y Valdesallora protestaron porque, según decían, las obras
realizadas habían alterado el cauce del río, con graves consecuencias. En vista
de que sus protestas no fueron oídas, sabotearon las instalaciones de la
piscifactoría y con ello comenzó una guerra que terminó con la ruina absoluta
de los tres pueblos.
Pasados dos años, los tres pueblos se habían empezado a
recuperar, las heridas habían cicatrizado y sus habitantes vivían con
tranquilidad, habituados como estaban al lento ocaso de la región, hasta que el
Ayuntamiento de Valdesallora aceptó la propuesta de un joven venido de la
ciudad de construir una piscifactoría.
La conservación del medio (lease la conservación de MI medio y de MI modo de vida) genera conflictos con los medios de vida y subsistencia de otras personas.
ResponderEliminarPero... la historia es elíptica y se repite, pero con variaciones, (nunca es idéntica porque las personas no son idénticas)
Por eso, si se trata de mejorar MI medio y MI modo de vida, si se trata de conseguir MI riqueza, la conservación del medio (de los demás) pierde la mayor parte de su importancia.
El problema es que podremos vivir en Valdesanmora, Valdesallora o en Valdelora y nos puede tocar lo mejor o lo peor antes o después y que la fortuna es cambiante. Sería hermosa la creación de la cooperativa del Valdiana.
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