—Tú estás en lo cierto, Sancho —dijo don Quijote—. Vete adonde quisieres y come lo que pudieres, que yo ya estoy satisfecho, y solo me falta dar al alma su refacción, como se la daré escuchando el cuento de este buen hombre.
Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno
viernes, 14 de agosto de 2015
No había vuelta atrás
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“Por fin, tras años de desprecio e indecisión, te tengo delante de mí y
terminará esta historia”.
Y tras ese soliloquio, dejó la copa
en la mesa y un tiro acabó con su obsesión.
Nunca sé si los suicidas son gente valiente por tomar esa decisión, cobardes por no saber enfrentarse a sus miedos o enfermos...En este caso se trata de un obsesivo, gran carga emocional pero otras veces no es así. Leni Lavado
Nunca sé si los suicidas son gente valiente por tomar esa decisión, cobardes por no saber enfrentarse a sus miedos o enfermos...En este caso se trata de un obsesivo, gran carga emocional pero otras veces no es así. Leni Lavado
ResponderEliminarCada situación es distinta.
ResponderEliminarCada momento es distinto.
Cada persona es distinta.
Y la copa siempre la misma
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