Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 31 de mayo de 2024

Conversaciones en la barra de un bar


El bar, una especie de bristó de esos en los que, aparte de desayunos y copas, te dan comida económica, estaba casi vacío. Me senté en una banqueta en el extremo da la barra y pedí un café y una tostada, que el camarero me sirvió diligente tras mirar su reloj. «¿Me invitas?» —preguntó una voz femenina a mi derecha—. Volví la cabeza y allí estaba ella, la Venus de Milo, que me miraba fijamente.

Asentí por educación y curiosidad y, tras presentarme —soy Ezequiel, le dije  para romper el hielo— , le pregunté sobre su vida, si sabía algo de Cupido y si lo había vuelto a ver. Me dijo que sí y lo definió como un hombre tan volátil y enamoradizo que estaría por ahí con cualquiera, en un museo, o bajo la tierra. En todo caso, no mostró interés en responderme. Había pasado mucho tiempo, pensé.


Al igual que Venus, son muchas las personalidades, variopintas y conocidas, que pasan por el bar de Blas. Si quieres conocerlas, estarán disponibles el día 6 de junio en la presentación del libro Realidades Imaginadas, en la Sala la Revuelta (Calle Siete Revueltas 33) a las 20 horas o, si tienes prisa, en preventa en www.plateroeditorial.es/libro/realidades-imaginadas_156279/

2 comentarios:

  1. Y...¿cómo desayunó? ¿Le tuviste que mojar la tostada en el café?
    Está claro que a Cupido le gustan las mujeres con brazos.
    Hay gustos para todo.

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    1. Cupido y don Ezequiel se las apañaron bien. Tener a Venus delante y querer ayudarla y agradarla es lo más natural del mundo.

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