Los pescadores, de Leon Wyczółkowski
Ateridos
de frío en las turbulentas aguas de aquel arroyo limítrofe entre Valdesanmora y
Valdesallora, pecaban y miraban de soslayo a los que, con las botas puestas, ojeaban
en la orilla opuesta las escasas truchas que luchaban contra la corriente.
Entre los dos grupos, que no se perdían de vista, inmóviles y entumecidos en aquel riachuelo, pasó veloz la trucha hasta perderse camino a su destino.
Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.
ResponderEliminarPescador que se despista -por sueño o por otras diferencias- de le escapa el camarón.
O la trucha.
Supongo que en un recodo del río la trucha se reirá de los pescadores
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