Marina

Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

sábado, 16 de octubre de 2021

El lápiz siempre a mano

Café de los incoherentes, de Santiago Rusiñol

Me senté en mi rincón favorito de la cafetería. Estaba atardeciendo y los últimos rayos de sol y las luces rojas parpadeantes que atravesaban la ventana desde el exterior, daban a la mesa la calidez que necesitaba para iniciar mi relato.

Estaba poco inspirada y, en espera de mi musa, pedí un café; pero cuando iba a beberlo vi que sobre la espuma flotaba un enorme mosquito que aún movía las alas en un intento desesperado por escapar. Llamé al camarero algo enfadada y éste se volvió, resbaló y dejó caer sobre la mesa la bandeja y un enorme cuchillo que quedó clavado junto a mi mano.

Tras las oportunas disculpas, me trajo otro café. Ya más tranquila saqué mi cuaderno y, tal como me había propuesto, comencé a escribir decidida, como si las palabras salieran solas: «Caía el sol cuando pude ver por la entrada de la cueva que del fondo del lago emergió un dragón que, moviendo enérgicamente las alas, se dirigía a mí. Me quedé quieta, petrificada, esperando que alguien me ayudara y, en ese momento, un caballero escuchó mis gritos y corrió a ayudarme, con tan mala fortuna que cayó dejando caer a mis pies un escudo y una lanza con la que defenderme…».

No hay comentarios:

Publicar un comentario