Rush hour, de Don Jakot
La autopista N-50 era más ancha que larga. Tenía doce mil carriles y solo veinte metros de longitud, lo que hizo que en el momento que se superaron los sesenta mil coches se produjera un atasco imposible de resolver, especialmente para los que circulaban por las calles centrales. La solución fue añadir los carriles suficientes para aumentar su capacidad hasta donde hiciera falta. De esa forma cada vez pudieron entrar más coches atraídos más por la curiosidad que por el destino al que los encaminaba, aunque la señalización era clara:
N-50. AUTOPISTA AL FUTURO. CERRADA POR OBRAS.
La N-50, autopista al futuro, está siempre condicionada al presente.
ResponderEliminarPrincipalmente al dolor y las decepciones del presente.
Te quiero Wiyu.
El. Presente es solo un minuto para disfrutar de lo aprendido en el pasado y soñar con lo que ha de llegar, con ese minuto que nos regala el presente en cada momento.
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