Marina

Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 26 de junio de 2020

El espantapájaros

Maizal, de Berthe Morisot

La plantación de maíz se extendía hasta perderse en el horizonte.

―El maizal está llorando ―Pensé.
―Un maizal no llora ¿Cómo puedes pensar eso?
―No sé, pero está llorando ―contesté.
―Eso es imposible.
―No, escucha.
―Debe ser la brisa sobre las hojas secas.
―No, la calma es absoluta.
―Bueno, admitámoslo. ¿Por qué o por quién va a llorar un maizal?
―Creo que por mí.
―¿Tan importante te crees para conmoverlo?
―Desde que estoy aquí no para de llorar.
―¿Qué motivos tiene?
―Mi soledad. pienso que llora por mi soledad.

Anocheció y hacía frío, y yo seguí hablando con el viento.

2 comentarios:

  1. Estaba muy equivocado, no lograba por el ni por su soledad y frío
    El maizal, los trigales, los campos de girasoles... lloran pero no por uno solo ni por todos los humanos; lloran por ellos mismos, por lo que los humanos hacemos a la naturaleza, a la tierra.

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