![]() |
Paisaje |
Se
lo debíamos a los que nos votaron y el sitio era el idóneo. Una gran extensión
sin accidentes geográficos, rodeada de arboleda, que parecía dispuesta para
hacer la autopista que cruzaría la región de este a oeste.
Conseguidos
los permisos oportunos, construimos tres carriles en cada dirección. A los cien kilómetros exactos, en ambos sentidos,
instalamos una gasolinera; a los doscientos un restaurante, a los trescientos una
zona de descanso, a los cuatrocientos una cafetería, y a los quinientos una zona de recreo para
niños. Alrededor levantamos monumentos, jardines y zonas deportivas.
El
problema surgió cuando, con la carretera ya hecha, urbanizada y dispuesta para
su inauguración, los mandatarios de las regiones aledañas no nos permitieron
continuar la obra, y nos prohibieron el paso.
La
solución estaba clara. Al final de cada trayecto unimos el carril de ida con el
de vuelta en una gran rotonda en cuyo centro levantamos varios centros
comerciales con luminarias de brillantes colores. Así entramos en el Libro Guinness
de los Records, con la calesita más grande jamás construida.
Y seguro, seguro que alguien o algunos (o muchos/as) se hartaron de ganar pasta mientras los automovilistas daban vueltas a la rotonda.
ResponderEliminarPromesa electoral cumplida, rédito económico asegurado ¿Qué más les da que sirva para algo?
EliminarQue más da, lo importante es gastar e inaugurar. por cierto éste cuadro me suena de algo
ResponderEliminarIncluso inaugurar lo inútil parece hoy importante.
EliminarEspero que esté paisaje, sin luces ni circuitos te aporte tranquilidad en tu salón.