Marina

Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 17 de mayo de 2019

Excursión a ritmo de vals (Serie mis cuadros - 18)


ESCENA 1

Campo de amapolas
Me detuve en un campo de amapolas. El viento anárquico de levante les hacía bailar inquietas, trémulas o cadenciosas, y algunas avispas revoloteaban entre el rojo violento del paisaje, y rompían el silencio con su familiar y amenazante zumbido. Cerré los ojos y me dejé llevar por el sonido de un arpa que invitaba a los violines, flautas, clarinetes y trompetas a abordar el Vals de las Flores.
Algo que no sé definir me inquietaba.

ESCENA 2

Campo de girasoles
Seguí mi camino y volví a hacer un descanso ante un extenso campo de girasoles. Con la brisa, más que por el sol, danzaban al ritmo lento y noble de un Vals de  Shostakovich. Cerré los ojos y sentí como me rodeaban las flores y, la brisa y las notas precisas de las flautas, oboes, clarinetes, saxofones y violines, a los que dirigía con un leve movimiento, casi imperceptible, de la mano derecha.
No sé decir que sentía en ese momento, pero noté que algo me faltaba.


DESENLACE

Abrí los ojos y salí de la sala de conciertos. Al llegar a casa preparé la mochila, decidido a pasar unos días en el campo.

2 comentarios:

  1. La vida, la naturaleza, el azul cielo, rojo sangre o amarillo Van Gogh componen una bella sinfonía o un vertido vals vienés.

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