Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 12 de abril de 2019

El encuentro (Serie mis cuadros - 13)

Plaza Bib Rambla. Granada
Ocurrió en una esquina de la plaza, entre tilos, jardines y puestos de flores. Fue allí donde la vi por primera vez, donde quedamos cada tarde durante meses y donde, hace más de treinta años, me dejó. Desde entonces vuelvo a esa plaza con frecuencia, compro el periódico, flores y semillas para mi jardín, y me siento en una de las terrazas a tomar un café.
Una mañana me pareció verla, junto a la fuente, bajo los gigantones. Vestía un abrigo rojo, su color favorito, y compartía secretos con una amiga. Después de tanto tiempo no podría asegurar que fuera ella, ni de que me reconocería en caso de serlo.
Seguían hablando y quise creer que me miró. Me acerqué al quiosco, compré un ramo de rosas, y me senté en el bar de siempre a tomar mi café, mientras la miraba de soslayo.
Mañana será otro día —me dije—. Terminé el desayuno, abandoné el ramo de flores sobre la mesa, y me fui a casa.

2 comentarios:

  1. Mañana será otro día. El ayer pasó y no vuelve.
    Pero el sitio, la fuente, el tiovivo y los puestos de flores permanecen en el sitio y en el recuerdo. Igual que el ayer.

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    1. El pasado no vuelve, pero se puede revivir,soñar, reescribir...u olvidar.

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