—Tú estás en lo cierto, Sancho —dijo don Quijote—. Vete adonde quisieres y come lo que pudieres, que yo ya estoy satisfecho, y solo me falta dar al alma su refacción, como se la daré escuchando el cuento de este buen hombre.
Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno
viernes, 15 de diciembre de 2017
Instinto profesional
Las Meninas (detalle), de Diego Velázquez
Jako dirigió una mirada compasiva al oficial que, demacrado,
débil y con un rictus de dolor, se agachó para imponerle la medalla al perro policía
mejor adiestrado en detección de cadáveres.
Triste labor pero, bueno, a veces fracasaría y, por error, quizá encontrara a alguien vivo.
ResponderEliminarRecibir una mirada compasiva en momentos difíciles, siempre es bueno.
ResponderEliminarSí, y Jako, además, tenía dotes premonitoprias.
ResponderEliminarEra un buen perro
EliminarNo había captado el sentido de esa mirada.
ResponderEliminarY tú un buen sabueso
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