El siete de octubre estaba fijada su ejecución y el sábado
previo escuchaba al carcelero en silencio: “He hablado con tu abogado para que
intente retrasar la pena, al cura lo he llamado y vendrá mañana, mi amigo
encargado de la cocina te está preparando una comida exquisita con el mejor
vino, te he facilitado un vis a vis con tu pareja y hasta he hecho de celestino
para prepararte otro con su amiga. He intentado satisfacerte en todo, pero no
me pidas eso, sabes que es imposible, que está terminantemente prohibido fumar
en el corredor de la muerte”.
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Garrote vil, de Ramón Casas |
De conseguirle la permuta por otra condena. Ni hablamos no? Además ten en cuenta que fumar MATA. Jijiji
ResponderEliminarSí, hasta en el momento de la ejecución es preciso mantener la salud.
EliminarViendo la imagen me sorprende ver nazarenos, hasta con un estandarte. Y eso?
EliminarEn la inquisición (y se mantuvo después), el sambenito era una túnica de lana que se ponía a los condenados, a los que también se les ponía un capirote con un símbolo relacionado con el delito que habían cometido y, a veces, una corona, símbolo de penitencia.
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