Blanco sobre blanco, de Kasemir Malevich
Me gusta la sanación corporal
o el estar presente en su imposibilidad.
Quiero a quien me quiere y a quien me odia
y abomino del indiferente.
Deseo escribir en primera persona para mí,
en segunda para ti y tercera para ellos.
Amo a mis lazos de sangre y besos
y a los que aman a mi sangre y mis besos.
Disfruto de la música que me llama
y del silencio amable ininterrumpido.
... Y odio hablar de mí.
Buena y sincera presentación, Ezequiel. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Ángel. Un abrazo.
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