Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

sábado, 12 de diciembre de 2020

Palabras de consuelo

 Valentine Gode-Darel, de Ferdinad Hodler 


Ella, en silencio, finge que se lo cree y sonríe a los que están en la rodean —ya verás que en poco tiempo estarás bien, no te preocupes, es cuestión de paciencia, sé valiente, tienes que descansar y comer—. Disimula en silencio y todos se van satisfechos. Todos menos uno, un caballero enjuto vestido de negro y con un reloj en la mano, con el que tampoco quiere conversar.

6 comentarios:

  1. Porque lo representamos siempre de negro... Lo mismo es blanco y podemos hablar con él. Tiempo divino tesoro, mucha información en tan poco texto.

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  2. Hoy, en particular, el señor de negro se torna tangible, sustituyendo su bata blanca habitual.

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    1. Vestido de blanco negro, lo veamos blanco o negro, ahí está.

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  3. Estar arropado por amigos y allegados (palabra célebre últimamente) ayuda y mucho. Otra cosa es cuando la realidad se impone y llega la hora de la que nadie puede desasirse.
    Un abrazo, Ezequiel

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    1. Tienes toda la razón, y sentirme yo también arropado por tus comentarios, siempre tan acertados y positivos.
      Un abrazo y feliz Navidad.

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  4. No es que podamos hablar con él, es que probablemente, de forma voluntaria o involuntaria, lo hacemos cada día, con cada gesto, en cualquier situación, para reconocer su existencia o intentar ignorarlo y elejarlo.

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