Marina

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Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 8 de noviembre de 2019

Vuelta a empezar (Serie mis cuadros - 43)

Parroquia de Nuestra Señora de la O. Rota


En una sociedad desacralizada y en plena crisis económica, los poderes eclesiásticos terrenales optaron por abandonar el empobrecido Vaticano. Alquilaron una furgoneta para hacer un porte con los escasos bienes que le quedaban, repartir los de más valor, y trasladar a Dios y su corte celestial a su nuevo destino.
El evento se organizó un Viernes Santo en Lamia Huta, capital de un pequeño y pobre país africano en el desierto de Calazumbra. Asistieron el jefe de la tribu, el consejo de ancianos, los habitantes del pueblo y cuatro escritores, que pronto comenzaron a extender la buena nueva.

2 comentarios:

  1. Caramba Eze. Te mejoras.
    No acierto a decirte nada más que éste ha sido el relato que más me ha emocionado.
    Por ideal.
    Por irreal.

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    1. Gracias, José, me alegro.
      El problema es que es irreal, probablemente puede que ni siquiera lo consideren ideal.

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