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Faro de Rota |
El
camino era corto y el destino estaba muy cerca. Nada más cruzar el arco, entre
pequeñas embarcaciones y alguna que otra taberna, se alzaba imponente el faro.
Juande
había decido subir esa noche y sabotear el motor para que la luz quedara fija
en la pintada que había hecho en un muro cercano. Decía «PEPA, CHULI ¿KIERES CASARTE CONMIGO?»
Pepa
no lo dudó, escaló el faro y movió el foco un poco más a la derecha, donde
había escrito en mayúsculas «NO, TÍO, DÉJAME YA».
El
hermano de Pepa, hizo lo mismo y escribió «¿ERES TONTO O QUÉ?
Juande
contestó «¡NO TE METAS TÍO!».
El
foco siguió girando a la derecha conforme las pintadas crecían.
—«ES
MI HERMANA».
—«YO
LA QUIERO».
—«¿LA
QUIERES DE VERDAD».
—«SÍ,
CON TODA MI ALMA».
Entonces
llegó una grúa, dejó caer un contenedor en el muro del muelle, y tapó muchos de
los mensajes. A cada lado ya solo se podía leer «PEPA, CHULI ¿KIERES CASARTE CONMIGO?» y « SÍ, CON
TODA MI ALMA».
Pepa
cedió ante la evidencia y hoy son felices, la grúa se llevó el contenedor, el
faro volvió a girar y Juande limpió el muro cuidadosamente.
Las casualidades alteran hasta lo más evidente.
ResponderEliminarLa evidencia demuestra que las casualidades no existen.
¿Todo está escrito?
José Carlos
En un enclave cercano, en una esquina del paseo marítimo, un azulejo invita a los transeúntes a besarse.
EliminarSeguro que ahí acabó esa historia de amor.
Aunquevacabo de leer que el azulejo 《bésame en esta esquina》 lo van a quitar. Espero que no sea una premonición.
Eliminar¡Menuda historia! Y parece fácil.
ResponderEliminarComo me dijeron en un comentario a este relato, una historia de amor en la que la celestina es un faro, nunca puede acabar mal.
EliminarGracias por tu come tario.