Marina

Marina
Marina, de Ezequiel Barranco Moreno

viernes, 10 de marzo de 2017

Caperucita Roja

Caperucita Roja, de Elías Salaverría

Ana no era ajena a la situación de gravedad de su marido, pero estaba convencida de que en cuanto bebiera y comiera algo, a pesar de lo que los médicos pronosticaban, mejoraría. Seguía insistiendo con su cuchara y su pajita, se desesperaba cuando no conseguía que abriera la boca, y celebraba cada toma como si fuera un gran festín.

Un día, dándole ánimos, la enfermera le explicó que los ancianos muchas veces se vuelven como niños, y que como tales hay que tratarlos.

    Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!
    Son para verte mejor —dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.
    Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!...

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