Ahora que mi escritura está en barbecho, quiero aprovechar para destacar los mejores momentos que me ha traído esa afición: La presentación de mi libro La Bufanda de Lana, en compañía de Elisa de Armas, Pablo Núñez y Salvador Terceño Raposo; El Taller del que surgió mi novela Villa Amadora dirigido por Rocío De Juan Romero, junto a Teresa Rodriguez Yagüe, Manuel Espi y José Manuel Casado; coger con mis manos mis tres libros recién salidos de las editoriales Ediciones Pangea Liberman Grupo Editorial, y Platero Coolbooks Editorial; las magníficas jornadas de la XII Quedada Microrrelatista (Sevilla 2025) con tantos amigos; y, sobre todo, saber que mis libros pueden haber estado en vuestras manos y ante vuestros ojos impregnando vuestra imaginación con la mía.
—Tú estás en lo cierto, Sancho —dijo don Quijote—. Vete adonde quisieres y come lo que pudieres, que yo ya estoy satisfecho, y solo me falta dar al alma su refacción, como se la daré escuchando el cuento de este buen hombre.
Marina

Marina, de Ezequiel Barranco Moreno
domingo, 24 de agosto de 2025
miércoles, 13 de agosto de 2025
Desaparecido
Anochecía en Sierra Mágina y Marta volvió a aquel viejo olivo el que en el invierno de 1939 ella y Jacinto, su novio secreto y rebelde, pasaron noches de desesperación y amor, de miedos y risas.
Escuchó por el camino cómo el viento susurraba la salmodia tantas veces repetida de que se callara, de que él había huido, que se fue y que la había abandonado. Pero ella sabía que eso no fue así y continuó su camino hasta sentarse bajo las ramas amables del árbol que los acogía entonces y donde compartieron los atardeceres de aquellos años felices y difíciles. Notó entonces cómo bajo el tronco sobre el que se apoyaba, una de sus raíces se alzó y removió el suelo pedregoso para que ella pudiera acariciar los restos de aquel joven al que le había prometido amor eterno. De las aceitunas cayeron lágrimas densas, brillantes y amargas, y Marta acarició las iniciales de ambos que, con su navaja, Jacinto grabó junto a un corazón que, ante sus ojos, viró a un rojo intenso.
Presentado al VIII Premio Internacional de relatos del Olivar, aceite de oliva y oleoturismo, en el enlace www.masquecuentos.es
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La ilustración le hice exprofeso para el relato.