La
muerte y la dama, de Egon Schiele
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DUDAS
—Hola,
Muerte, te veo cansada.
—No,
quizás algo desanimada. Mi trabajo es penoso, siempre haciendo daño. Hoy te
toca a ti.
—Tranquila,
no lo tienes que ver así. Cuando acaba una vida empieza otra.
—Eso
dicen.
—Puede
que la otra sea mejor, eterna y plenamente feliz. Yo tengo esperanza.
—No
sé, nunca me lo he planteado, no es parte de mi trabajo.
—Desde
siempre nos han enseñado que hay otra vida ¿Cómo no vas a saberlo?
—Te
digo que no sé lo que hay después, nunca he muerto y me temo que nunca moriré.